Seguro de Vida Internacional

En las finanzas personales la seguridad que brindan los contratos de seguros para resguardar el patrimonio económico, es parte fundamental luego de haber construido una base de generación de riquezas y una reserva de emergencias, pues la diferencia entre riqueza y quiebra, se encuentra en estar preparado para enfrentar situaciones que ameriten un gran desembolso de dinero, como por ejemplo la atención de una enfermedad grave o en caso que falte el ingreso por incapacidad, enfermedad, accidente o pérdida del empleo.

Sólo construyendo un portafolio básico que asista ante los riesgos comunes que demanden de forma inmediata del efectivo, se podrá alcanzar la independencia financiera.

La póliza de vida es un contrato que obliga a una empresa de seguros a pagar una prestación en dinero a los beneficiarios, con motivo de la muerte prematura o supervivencia del asegurado. Ayuda a resguardar los ahorros y activos acumulados del asegurado, para que los dependientes no se afecten económicamente.

En todo nuestro entorno lidiamos con el riesgo, es igual en las finanzas personales, por lo cual debemos aprender a identificarlo, valorarlo y enfrentarlo. Para reducir el riesgo o eliminarlo se pueden realizar por lo menos cuatro acciones, que son: aceptar, evitar, controlar o transferir. Este último se da mediante la contratación de un seguro que resguarde los sucesos que quizás se presenten y que puedan afectar la integridad personal, la propiedad o el área de responsabilidad.

En el riesgo personal se ampara la pérdida económica asociada con muerte, salud o discapacidad. El riesgo de la pérdida económica a causa de muerte prematura del contratante se transfiere mediante las pólizas de vida, cuyo objetivo principal es el de proveer un ingreso a los que dependen de él para vivir en caso de su desaparición física, por ejemplo: los hijos, los padres, etc.

A nadie le gusta hablar de muerte, pero la realidad es que es inevitable y cuando llega no hay alternativas. Aquellos que no se preparan financieramente, exponen a sus dependientes a la perdida física y también económica.

Algunos Beneficios de la póliza de Vida:

1.- Crea paz mental al eliminar la incertidumbre, sobre que dificultadas puedan enfrentar los dependientes ante su pérdida.

2.- Genera capital de forma inmediata, para facilitar la readaptación a la vida cotidiana de los dependientes ante su fallecimiento.

3.- Protección del asegurado en su vejez, en el momento de su retiro laboral o enfermedad.

4.- Acumulación de fondos para la educación de los hijos.

5.- Rentas en caso de incapacidad total y permanente.

6.- Estimula la adquisición de vivienda y otros bienes familiares, respaldando el crédito.

¿Cuándo es el mejor momento para contratar una póliza de Vida?

Siempre es buen momento para contratar una póliza que garantice la subsistencia de sus seres queridos, como un acto de amor y responsabilidad. Sin embargo, a lo largo de la vida estamos expuestos al deterioro de la salud, en ocasiones desencadenando un una enfermedad crónica que podría ser causa de la declinación de la solicitud del contrato de seguros o la aceptación con limitaciones considerables que generen extra primas, por lo que el mejor momento para considerar la contratación de una póliza de seguros de vida es cuando estas completamente sano.

La edad como factor determinante al calcular la prima y su rendimiento en el tiempo, creemos ideal contratar el seguro de vida entre los 30 a 45 años de edad, pues se encuentra en proceso de construcción el patrimonio y los dependientes aún no están en edad productiva.

Antes de comprar un seguro de vida debes determinar:

1.- Cantidad de dinero que necesitas cubrir,

2.- Identificar el tipo de póliza que se adapte a tu necesidad y presupuesto,

3.- Quien o quienes serán beneficiarios, que recibirán la prestación en dinero.

4.- La empresa aseguradora, que sea de calidad y tenga los respaldos adecuados para garantizar el buen manejo financiero y proyección en el tiempo.

¿Cuánto debe ser la cantidad de la póliza?

Podemos indicar por lo menos dos maneras simples utilizadas para determinar el monto de la cobertura.

El primero es el basado en el ingreso bruto, donde se calcula el total del ingreso anual y se multiplica por la cantidad de años (múltiplo 5, 10, 15, etc.) que considera deba garantizar a sus beneficiarios, para que puedan continuar sosteniendo sin dificultad el patrimonio familiar, nivel de vida o estudios. En algunos casos se utilizan tablas basadas en edad, situación familiar e ingreso bruto anual para determinar el monto de la cobertura. Como ejemplo, podríamos calcular a un hombre de 40 años, casado y tres hijos menores de edad, con ingreso bruto de 30.000 $ por año, con una tasa impositiva del 20%, en cuyo caso la tabla pudiese indicar un 7.5, así se multiplica 30.000 $ de ingreso por 7.5, resultando 225.000 $ como cobertura total de la póliza.

En este caso 225.000 $ es el monto adecuado de cobertura, sin embargo, la vida no tiene precio y aunque el monto de cobertura debe estar relacionada con la capacidad de generar riqueza de las personas, no hay regla absoluta en la determinación de la cobertura.

El otro método, para calcular cuánto se necesita cubrir incluye las obligaciones financieras que pueda tener la persona, además de sus recursos disponibles. Aquí se identifica la cantidad de años que debas garantizar el pago de las obligaciones, un monto de dinero para gastos fijos, fondo de emergencia, fondo para educación superior de los hijos, pago de la hipoteca y otras deudas, luego a esta cantidad le restas lo que tengas en ahorros actualmente y la diferencia es el monto de la póliza.

Sea cual sea el procedimiento que utilices, lo importante que debes tener en cuenta es que las necesidades cambian y por tanto varían las necesidades, hoy no son las mismas que en 10 o 20 años. Es importante para adaptar los costos, que revises tus contratos de seguros y ajustes de ser necesario en períodos regulares de 5 a 5 años, o cuando se presente un evento o cambios en la familia, como la llegada de un niño, adquisición de vivienda, etc.

Si, es posible contratar más de una póliza de vida. Por ejemplo, es probable que usted este incluido en una póliza colectiva contratada por su empleador, también la que la entidad financiera le exigió al momento de otorgar el crédito hipotecario y además tener su póliza particular.

La suma de los montos tal vez supere esta regla de ingresos múltiples ante descrita, pero cada contrato tiene un objetivo distinto plenamente estipulado.

La determinación de la prima.

Algunos factores que se consideran para calcular el costo del riesgo son: la edad, el monto de la cobertura, los años de contratación, el género, historial de salud y si es fumadora o no. Adicional, se suman gastos de administración e instalación de la póliza, como reaseguros, comisiones de intermediación, etc.

¿Qué tipo de póliza escoger? 

Hay varios tipos de pólizas de vida y combinaciones con beneficios adicionales, para adaptar a cada necesidad.

En los seguros de vida internacional, los más comunes son el plan “Temporal” o “A Término” y el otro es el “Universal”, que se presentan con anexos o variables.

De éstos dos, el más simple y accesible económicamente es el Temporal o A Término, como se conoce en ingles Temp o Term insurance. Para la mayoría “Término” es la mejor opción, a menos que el nivel de ingreso justifique buscar otro tipo de seguro de vida, para incorporar el ahorro programado por razones impositivas o de planificación de herencia, entre otras razones.

TEMPORAL o A TÉRMINO

Cuando adquieres este tipo de póliza, a cambio del pago de un monto de prima, la aseguradora se obliga a pagar a los beneficiarios el monto determinado en el contrato por la muerte prematura del contratante, si sucede durante el período de la póliza.

El período de cobertura que se puede contratar es de 10, 15, 20 y hasta 30 años, en cuyo plazo el monto de la póliza se mantiene constante, al igual que el monto de la prima a pagar. La determinación del período es de acuerdo a la edad de contratación y el objetivo de la póliza.

Por ejemplo, un hombre de 40 años se compra una póliza a Término con 500.000 $ de cobertura y duración de 20 años, aquí la tabla de primas calcula un pago de 108 dólares mensuales. En este caso, el seguro dará 500.000$ a los beneficiarios, mientras este pagada la prima y ocurra el fallecimiento en el transcurso del período de la contratación.

En la póliza Temporal o A Término, los costos de instalación en que incurre la compañía de seguros es menor que otros tipos de póliza, esto la hace más accesible económicamente. Está el costo básico que incurre por el riesgo asumido y luego sólo aplican los gastos administrativos, sin tener que cargar más costos, haciendo la prima menor.

Los costos aumentan cuando se incurre en otro tipo de póliza, como la que cuenta con cobertura y a la vez incluye ahorros, porque la aseguradora tiene que tomar una parte de la prima e invertirla para garantizar un rendimiento mínimo establecido en contrato, lo que incrementa por supuesto el costo del pago correspondiente a la cobertura de seguro, tal es el caso de la póliza Universal.

UNIVERSAL

En este tipo de póliza, en caso de fallecimiento del asegurado, además de amparar la prestación de la cantidad de dinero establecida en el contrato, incorpora la posibilidad de acumular valores adicionales por el manejo financiero especializado, y que pueden incrementar el monto a recibir por parte de los beneficiarios o constituirse como un ahorro a largo plazo.

Este es el producto que se utiliza para planificar el cumplimiento de metas financieras o gastos a largo plazo, como por ejemplo la educación superior de los hijos, el retiro del adulto mayor, incapacidad por enfermedad, herencia familiar, compra de activos, viajes, etc.

Esta póliza garantiza el beneficio de la cobertura por muerte prematura del contratante, pero además tiene la alternativa de acumular dividendos por concepto del manejo de dichos fondos colocados en el mercado de valores por parte de la aseguradora, año tras año. Dichos valores son susceptibles de ser retirados cuando lo requiere el contratante o cuando al contratante se le disminuye la capacidad de generar ingresos, que regularmente ocurre cuando los hijos ya entran en el ciclo económico productivo.

Utilizando el mismo ejemplo del plan anterior, un hombre de 40 años se compra una póliza de 500.000 $ de cobertura y de acuerdo a la edad de contratación la tabla de primas indica un pago mensual de 480 $. Quiere decir que mientras se siga pagando la prima estipulada y ocurra el fallecimiento en cualquier período donde se encuentre vigente la póliza, la compañía debe pagar los 500.000 $ al o las personas que deje como beneficiarias. Sin embargo, digamos que en el año 20 de la póliza cuando el contratante tenga 60 años y por cualquier causa decide retirar sus valores, según la tabla ya habrá acumulado aproximadamente 100.000 $, como valor disponible para retirar. Igualmente, a sus 70 años de edad tendrá un acumulado disponible para retirar 151.000 $, y así sucesivamente. Si decide no retirar y pagar continuamente su prima año tras año, la póliza estará activa hasta los 87 años de edad del contratante, en este caso específico.

Siguiendo este ejemplo, pero escogiendo la opción de beneficio incrementado, al ocurrir el fallecimiento y no se haya efectuado ningún tipo de retiro en la póliza, la compañía pagará 500.000$ de la cobertura contratada, más el monto de rescate acumulado por 100.000 $, para un total de 600.000$ para los beneficiarios.

Los costos de instalación de la póliza en el primer año son más altos que para el plan Temporal o A Término y a la prima básica del riesgos también se le suma la cantidad de dinero que se destinará a la inversión, la cual es la parte que acumula rendimientos financieros, convertibles en valores acumulados de la póliza. Estos valores acumulados, pueden ser retirados al momento que lo requiera el contratante o pagados a los beneficiarios como parte de monto de la prestación, llamados técnicamente “valores de rescate”.

Valor de Rescate.

Es la cantidad a la que tiene derecho el asegurado, en caso que deje sin efecto la póliza, por cualquier causa establecida en el contrato. Estos valores representan una garantía de sobrevivencia de la póliza, al poder pagarse a sí misma la prima anual establecida, en calidad de préstamos automáticos, cuando el asegurado no pueda pagarla en alguno de sus períodos anuales. Ayuda a impedir la anulación temprana de la póliza por falta de pago o en caso que se diera el cese absoluto del pago de la prima, permite extender la vida útil de la póliza, hasta agotar el monto acumulado de rescate.

¿Quien o quienes recibirán el beneficio?

Al momento de contratar una póliza de vida, uno de los factores más importante es indicar expresamente quien o quienes recibirán el importe de la cobertura contratada, en caso de la muerte prematura del dueño de la póliza. En este punto deben tomar en cuenta que, si alguno de los beneficiarios es menor de edad al momento de que se materialice el hecho para la cual fue contratada, será el tutor legal quien reciba el beneficio para su debida administración y manejo. Cuando uno de los padres es sobreviviente automáticamente es quien mantiene la tutoría legal del menor, pero deben considerar la posibilidad que sean ambos quienes llegasen a desaparecer físicamente al mismo tiempo, el proceso de determinar el tutor es mucho más complejo, porque deben intervenir las instituciones gubernamentales para nombrar el tutor legal.

Considere que todo este tiempo de gestión legal, el menor estará sin el respaldo financiero para su manutención, lo que implicaría una carga económica para cualquier familiar que asuma el cuidado del menor, por lo cual se recomienda que una vez decida contratar la póliza de vida, inmediatamente gestione el proceso legal pertinente para el nombramiento del tutor del o los menores, de esta manera la aseguradora cumplirá de inmediato al pago del beneficio indicado en el contrato.

Los beneficiarios nombrados deben cumplir con el principio de “interés asegurable”, que significa la relación de dependencia y responsabilidad para con el asegurado, por ejemplo, con relación familiar (hijos, padres, esposos, hermanos, etc.) o relación comercial como parte de una sociedad mercantil o garantía financiera.

Aspectos importantes a considerar al escoger una póliza de vida

  1. Revisa la manera en que la aseguradora pagara la prestación al monto de materializarse el riesgo amparado, según el tipo de póliza.
  2. Nunca canceles una póliza de seguros, sin antes haber tenido la nueva activa.
  3. Los anexos, son clausulas opcionales que se le pueden añadir a lo básico de las pólizas.
  4. Solicita diferentes opciones y aseguradoras.
  5. Es importante verificar la estabilidad y el respaldo financiero de la compañía, que sea sólida y que tenga reaseguradores de primera categoría. Algunas calificadoras prestigiosas que validan los estados financieros en el mercado asegurador son: A.M Best ratings, Standard & Poor´s y Moody´s.
  6. Escoge el producto que garantice lo que más te preocupa, no siempre podemos tenerlo todo cubierto.
  7. Si eres residente en Latinoamérica y el Caribe, se recomienda contratar una póliza en moneda dura, como el dólar americano.
  8. Busca asesoría con un agente de seguros certificado.

Si deseas consultarnos al respecto, registra tu solicitud aquí:

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